sábado, 28 de mayo de 2022

IMELDA MAY

Festival Deleste, Jardines de Viveros, Valencia - 27 de mayo de 2022

Elegancia, clase y voz.

Mucho de todo eso es lo que tiene Imelda May y es lo que ofreció a quienes asistimos en la noche del viernes a su concierto en los valencianos jardines de Viveros, dentro del Festival Deleste que, por cierto, celebraba su 10º aniversario.

Hace ya un par de discos que la cantante irlandesa desvió su camino del Rock'n'Roll en el que se movió en sus primeros trabajos, con cambio de banda de acompañamiento incluido, pero su voz, esa magnífica voz, sigue estando ahí bien presente y la aprovecha de forma más que adecuada para desarrollar un repertorio que transita entre el Soul y el Pop más elegante, sin dejar de lado apuntes de Blues, Jazz y también, claro, de viejo Rock'n'Roll, revisitando algunos de sus éxitos primerizos.

Arrancó el concierto con "11 Past The Hour", canción que da título a su último álbum (puedes leer la reseña que publicamos en su día en este blog en 
https://elrockandrollyyo.blogspot.com/2021/05/imelda-may-11-past-hour.html), y tras algún tema más del mismo pasó a intercalar canciones de este con otras de sus discos previos. La preciosa "Black Tears", "Breathe", "Made To Love", "Just One Kiss", "Never Look Back" son algunos ejemplos de las que sonaron a lo largo de la noche hasta que cerró con una emotiva "Diamonds". Por supuesto, entre unas y otras no faltaron recuerdos de sus primeros trabajos, como la imprescindible "Big Bad Handsome Man", "Mayhem", la coreadísima "Johnny's Got A Boom Boom" o su buena versión de "Tainted Love".


Imelda May ofreció hora y media de muy buen espectáculo en el que sobre una banda de acompañamiento solvente y no exenta de calidad, brilla la voz y la presencia escénica de la irlandesa, como ya hemos dicho al principio de estas líneas. No solo canta muy, muy bien, sino que interpreta cada canción con la expresividad que el tema requiere, pero sin caer en excesos ni una sola vez. En una palabra: elegante.

Que sí, que hace tiempo que desvió sus pasos del abrupto camino del Rock'n'Roll más estricto, pero siegue siendo una artista que merece mucho la pena ver y escuchar.



sábado, 14 de mayo de 2022

LOQUILLO - DIARIO DE UNA TREGUA

Cara A = 1. El rey.   2. La mafia del baile.   3. Sonríe.   4. Velas a San Antón.   5. Somos la furia.

Cara B = 6. La lluvia dice.   7. La libertad.   8. Todo tiene su sabor.   9. Historia de dos ciudades.   10. Voluntad de bien.

DRO - Warner Music Spain / 0190296318757

Debo reconocer que mis expectativas previas al lanzamiento de este disco no eran excesivamente positivas respecto a la calidad del contenido. Esa sensación de pesimismo previo que tenía venía como consecuencia de los adelantos que se había ido haciendo públicos: “La mafia del baile” era una versión de un tema que Loquillo ya había grabado con Trogloditas y la revisión, aunque me gustaba, no creía que mejorase el encanto de la original; “La libertad” me había dejado más bien frío; y "El rey" era la única que había logrado llamar mi atención de manera positiva…

Con el disco en mi poder y habiéndolo escuchado ya al completo un buen puñado de veces, admito que mis sensaciones son bien diferentes: "Diario de una tregua" es un disco que se deja escuchar sin ningún problema y que creo que va a gustar a los muchos seguidores del cantante barcelonés.

Para empezar, el disco en su conjunto es muy reconocible como obra de Loquillo pues mantiene ese estilo de Rock tan propio del artista desde hace ya muchos años: Rock and Roll en toda la extensión del término. Ecléctico, vaya. Además, como suele ocurrir en los discos del Loco, hay un tema que apunta a clásico para ser coreado por el público en los conciertos y en este caso ese papel recae en "El rey"… Y eso no quiere decir que no haya otras canciones a mi modo de ver destacables: "La mafia del baile", aunque me guste más la original con Trogloditas, no está mal; "Somos la furia" también tiene cosas para apuntar a clásico  que sea coreado en los conciertos; "Todo tiene su sabor", con una sección de viento muy buen puesta que se la lleva por momentos a terrenos de Swing, es mi favorita del disco; más "Historia de dos ciudades" y "Voluntad de bien" que me parecen en cierto modo dos genialidades: la primera por adaptar al Rock el inicio de la novela de Dickens con buen tino y la segunda por ser tan diferente a lo que esperas  encontrar en un disco de Loquillo, pues la instrumentación recae casi por completo en el piano y en el ritmo que marca la batería… más la sutil aparición hacia el final de lo que parece un órgano Farfisa. De hecho, la única canción con la que no he logrado conectar es "Sonríe" (quizás por su ritmo), porque hasta a "La libertad", que en su papel de adelanto ya he dicho que me dejó frío, he empezado a cogerle el punto.

Hay que destacar que entre los compositores de las 10 canciones que completan este trabajo encontramos nombres clásicos en la discografía de Loquillo: Igor Paskual, Gabriel Sopeña y el casi imprescindible (o directamente imprescindible) Sabino Méndez.

El acompañamiento musical corre a cargo de los músicos que forman la banda de Loquillo desde hace ya tiempo: Igor Paskual, Josu García y Pablo Pérez a las guitarras, Alfonso Alcalá al bajo, Laurent  Castagnet a la batería más Gabriel Casanova a los teclados. Y no conviene olvidarse tampoco de los colaboradores que aportan su arte en momentos puntuales, con nombres de la talla de Gabriel Sopeña, Dani Nel·lo, Jorge “Ilegal”…

Fíjate que lo negativo de "Diario de una tregua" no lo encuentro en lo musical, sino en lo físico y es por dos cosas que afectan a la edición en vinilo. Lo primero es que escribir con letras blancas sobre una fotografía en blanco y negro, si se hace en una zona donde predominan los grises, hace que sea incomodo leer el texto y eso es precisamente lo que ocurre en la parte interior de la carpeta del LP, donde cuesta horrores leer los datos técnicos y de participantes. Lo segundo es que las discográficas (en general) deberían poner un poco de cuidado a la hora de elegir las fundas interiores del disco porque sí, en este caso que nos ocupa es muy bonita la funda con fotos y letras de canciones… pero el tipo de papel no le hace nada de bien al vinilo y la cantidad de estática que coge es una barbaridad… Si discográficas pequeñas (independientes) ponen mucha atención en ese aspecto y lo hacen bien, ¿por qué un gigante como Warner no puede utilizar fundas interiores antiestáticas? Sí, vale, puede parecer una tontería y se soluciona teniendo fundas adecuadas en casa para hacer la sustitución (yo lo he hecho, claro)… pero a mi modo de ver es un pequeño detalle que muestra si se tienen ganas de hacer las cosas bien o no.

Dejando de lado esos dos aspectos que he mencionado en el párrafo anterior, la presentación es para mi gusto acertada, sobre todo por las buenas fotografías de la carpeta.

Para ir acabando y por dejar las cosas claras: no, no creo que sea uno de los mejores discos en la ya larga carrera de Loquillo… y haters siempre van a haber… pero no puede negarse que es un buen disco que dudo mucho que defraude a su legión de seguidores.



domingo, 1 de mayo de 2022

SEGARRA INN BLUES

Sala 16 Toneladas, Valencia - 30 de abril de 2022

El gran Carlos Segarra llenó la tormentosa tarde valenciana de buen Blues al frente de su proyecto Segarra Inn Blues.

Cualquier aficionado español al Rock'n'Roll conoce de sobra a Carlos Segarra por ser el frontman y el alma de los míticos Rebeldes, banda esencial en la historia del Rockabilly y del Rock'n'Roll de este país... Pero, tipo inquieto, Carlos Segarra trabaja también con algún proyecto paralelo, como aquel Rock'n'Roll Club con el que publicó hace unos años un par de buenos discos versioneando clásicos (y no tan clásicos) del Rock'n'Roll o el que nos ocupa hoy, que bajo el nombre de Segarra Inn Blues se dedica a transitar los caminos del viejo Blues. Quien haya seguido la trayectoria de este verdadero coloso de nuestro querido Rock'n'Roll habrá leído o escuchado en alguna entrevista como Carlos ha reconocido en más de una ocasión su pasión por el Blues y su admiración por muchos de los artistas del género, así que esta Segarra Inn Blues es una banda que tiene todo el sentido del mundo.

Vaya, no voy a descubrir ahora a Carlos Segarra, caramba. No tendría sentido. Si estás leyendo esto, sabes, que en gran (grandísima) medida, si estamos aquí es gracias a él: excelente guitarrista, buen cantante, tipo carismático y, como ya he escrito más arriba, esencial en la historia del Rock'n'Roll en España al frente de Rebeldes.

Pero vamos a lo que hemos venido.

La tarde del sábado se presentaba tormentosa en Valencia, con derbi futbolero local, con las consabidas posibilidades cinematográficas en salas y plataformas digitales, más algún otro concierto interesante anunciado... Pero, ¡ay!, tener a Carlos Segarra en directo a las 19.30 horas nos simplifica mucho las cosas a unos cuantos a la hora de decidir qué hacer. Y visto lo visto y escuchado lo escuchado, debo decir que estoy convencido de que acertamos.

Desde el primer momento Segarra y sus compañeros de escenario (Jesús Martínez a la batería y Jero Martínez al bajo) salieron a por todas y desplegaron un repertorio de versiones muy bien elegido en mi opinión. De las múltiples sendas que ofrece el Blues, la que ellos escogen es la del Rhythm'n'Blues... o, por tratar de ser más preciso, la del viejo Blues con evidente influencia de su hijo el Rock'n'Roll... Y a mi eso, para un concierto en directo, me parece una sabia elección porque sirve para poner el ritmo en todo lo alto y tener a la gente moviendo los pies casi sin parar.

"Road Runner" de Bo Diddley, "Not Fade Away" del cancionero de Buddy Holly, el rutero "Six Days On The Road", la hipnótica "Susie Q", los clásicos imprescindibles "Hoochie Coochie Man" y "Got My Mojo Working" del no menos imprescindible Muddy Waters o el rocanrolero "No Particular Place To Go" del genial Chuck Berry son un puñado de ejemplos de los temas de los que ofrecieron magníficas revisiones. Pero además, como no podría ser de otra forma, no faltaron tampoco unas cuantas canciones del repertorio de Rebeldes, encajadas con maestría en el espíritu de Segarra Inn Blues, como "Harley 66", "El Rock (Blues) del Hombre Lobo" o "Rebeca", jaleadas y bailadas por la concurrencia como es de esperar.

Tres músicos excelentes sobre el escenario y esa voz tan reconocible del maestro Segarra, perfecta para un repertorio de Blues...

En resumen, fue un muy buen concierto el que pudimos disfrutar en la muy recomendable Sala 16 Toneladas. Si Segarra Inn Blues actúa cerca de tu ciudad, no te lo pienses y acude porque es una experiencia que merece mucho la pena.

¡Ah! Y más pronto que tarde debería publicarse disco de esta banda... así que todo el mundo atento.